Museo Confluencia

El lugar donde se emplaza este centro de referencia histórica es otra muestra de la revalorización de antiguos edificios que integraban, allá por los comienzos del siglo XX, la denominada Colonia Ferroviaria.

El edificio se mantiene como en aquellas épocas. Sus pisos de parquet y su techo de ladrillos y vigas. El recorrido de sus salas permite que la memoria y la historia reviva en cada uno de los visitantes.

La primera sala se llama Bouquet Roldán; hay en ella históricas fotografías de la casa de gobierno, de la jefatura de policía, y la casa del gobernador Elordi. También se pueden apreciar elementos antiguos como el escritorio que perteneció a la primera escuela de Neuquén, lámparas, mesas de luz, y medallas de los festejos y aniversarios de la ciudad.

La segunda sala Sala ex Colonia Ferroviaria contiene los planos del ejido, fotografías de los primeros barrios de 1940 y además es posible observar un piano, una vitrola y discos, vestimentas de hombre y mujer que recrean la vida en aquellos tiempos.

El Museo centra su exposición en materiales históricos que reflejan los primeros años de esta ciudad. Hechos sociales, costumbres, instituciones y hasta el desarrollo del comercio local hacen de la visita un momento muy emotivo.

Murales que recuerdan a los vecinos más representativos de la ciudad, una hermosa maqueta que muestra el Neuquén de antaño, con sus calles, edificios y diagonales. En una de las salas se ha diseñado una muy didáctica línea del tiempo con hechos históricos y cómo se fueron sucediendo.

La maqueta del Chateau gris, primera sede del gobierno territorial entre 1904 y 1929, es una verdadera obra de arte.

En la parte inferior del edificio funcionaban las oficinas del despacho público, mesa de entradas, secretaría, contaduría, oficina de marcas y estadísticas y otras dependencias. En la planta alta, estaba el despacho del Gobernador, su antesala, habitaciones de uso particular y una puerta balcón, se usaba para observar el pequeño caserío que lo rodeaba. Posteriormente ahí funcionó la jefatura de policía y más tarde, oficinas comunales, juzgado de paz y otras dependencias. Según cuentan las crónicas en 1950 fue demolida y en su lugar se colocó la piedra fundacional.

La imprenta propiedad del Sr. Bezerra donó al Museo la numeradora con la que se enumeraron los primeros cheques del Banco de la Provincia de Neuquén.

Hay objetos entrañables que retratan la vida cotidiana de los neuquinos a través de los años. Lo mismo sucede con las crónicas y las fotografías tomadas por los primeros pobladores que guardaron celosamente para la posteridad. Los almacenes de ramos generales se recuerdan a través de hermosas fotografías. Es un espacio cargado de historia bien contada.

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